Ubicada en el bello municipio de Carboneras, en la provincia de Almería, en el sureste de España, la Playa de los Muertos es una joya oculta de la Costa de Almería. Este paraíso secreto, con sus cantos rodados blanquecinos y aguas de un azul puro y profundo, parece más caribeño que mediterráneo. Se trata de un lugar cuyo paisaje asombra, cuyas aguas cristalinas parecen un espejo donde se refleja el cielo, y cuya tranquilidad nos hace olvidar por un momento que estamos en Europa.
La Playa de los Muertos está resguardada por montañas, cuyas caprichosas formaciones rocosas y exuberante vegetación le dan un toque de misterio y salvajismo. Este entorno salvaje, junto con su ubicación remota, convierte a la playa en un refugio de belleza natural incomparable.
El acceso a la playa no es precisamente sencillo. De hecho, el camino descendente puede llevar alrededor de 10-15 minutos, mientras que el camino de regreso puede parecer interminable después de un día de sol y mar. A pesar de esto, vale la pena el esfuerzo. La belleza de este lugar, su tranquilidad y su mar cristalino, compensan con creces la dificultad de su acceso.
El nombre de la playa, «Los Muertos», puede resultar un tanto escalofriante. Históricamente, era común que los cuerpos de los náufragos fueran arrastrados por las corrientes marinas hasta esta playa. Hoy en día, a pesar de su pasado macabro, es un lugar seguro para los bañistas, aunque siempre es recomendable tener precaución, especialmente cuando sopla el viento de Levante, que puede hacer que las condiciones del mar sean más peligrosas.
Para disfrutar al máximo de tu visita, te recomendamos llegar temprano, especialmente en temporada alta. El aparcamiento se llena rápidamente y puede que te veas obligado a dar la vuelta si llegas tarde. Lleva suficiente agua, comida, y merienda, pues el día en la playa puede generar bastante apetito. No olvides tu gorra y protector solar para protegerte del sol, y unas zapatillas cómodas para la caminata. Aunque puede ser un poco engorroso llevar una sombrilla, la sombra que proporciona puede ser muy bienvenida en los días de calor intenso.
En resumen, la Playa de los Muertos es un lugar único y mágico en el litoral mediterráneo. Aunque su acceso pueda ser un poco desafiante, la belleza y la tranquilidad que encontrarás allí, junto con sus aguas cristalinas y su impresionante paisaje, hacen que valga la pena la visita.
Aparcamiento público: https://goo.gl/maps/S8WYeoFanFaaTXNG7
Si os apetece dan una vuelta por Carboneras acercaos al Castillo de San Andrés, junto a la playa. Su construcción, como defensa costera, fue el origen del pueblo de Carboneras. Hoy día es su símbolo y se encuentra en el centro histórico de la ciudad. En su portada, sobre arco de medio punto, destaca el Escudo de los Marqueses del Carpio, que lo mandaron construir en el último tercio del Siglo XVI para defender la costa tras la sublevación morisca. Sus obras definitivas se acometieron en el año 1621. Más tarde en el siglo XIX pasó a la Casa de Alba. La planta del edificio consiste en un rectángulo con torres ultra-semicirculares en tres de sus ángulos. En el interior, el espacio se divide en función de un patio de armas. En Carboneras, nuestros restaurantes preferidos son «El Cabo» y «Ajo y guindilla».
Es verdad, todos sabemos que eres una persona que tiene en alta estima la preservación y el cuidado de nuestro entorno natural, y que eres consciente de la importancia de mantener limpios los lugares que visitamos, especialmente aquellos que son de un valor natural y ecológico tan grande como la Playa de los Muertos. Por lo tanto, no debería ser necesario recordarte de no dejar rastros de tu visita. Sin embargo, vale la pena resaltar la importancia de mantener limpias nuestras playas y espacios naturales.
No dejar residuos no se trata sólo de recoger las latas, envoltorios, y otros desechos que podemos generar durante una jornada de playa. También implica el compromiso de llevarse de vuelta a casa todo aquello que hemos traído, incluyendo los restos de comida, las colillas de cigarrillos, y cualquier otro objeto que pueda contaminar el medio ambiente. Recordemos que el vidrio, el plástico y otros materiales no biodegradables pueden tardar cientos de años en descomponerse, y pueden causar daños irreparables a la fauna y la flora local.
Más allá de la mera limpieza, se trata de respetar la belleza natural de los lugares que visitamos. Si todos hacemos nuestra parte, podremos asegurar que estos lugares sigan siendo tan bellos y prístinos para las generaciones futuras como lo son para nosotros hoy.
Además, una playa limpia es también una playa más segura para todos. Los desechos pueden ser peligrosos para los bañistas, especialmente para los niños, quienes pueden lastimarse con objetos afilados o pequeños elementos que podrían ingerir accidentalmente.
Por último, al no dejar residuos estamos enviando un mensaje a otros visitantes. Estamos demostrando que es posible disfrutar de la belleza natural de un lugar sin degradarlo, y estamos animando a otros a seguir nuestro ejemplo.
En resumen, aunque sabemos de tu compromiso con el medio ambiente, nunca está de más recordar la importancia de este gesto sencillo pero fundamental: no dejar ningún rastro de nuestra visita, más allá de nuestras huellas en la arena.